viernes, 5 de marzo de 2010

TECNOLOGÍA, TALENTO Y TOLERANCIA

"Los grandes avances humanos de todo tipo son ahora interdisciplinares y globales (tolerancia), inabarcables sin una buena base tecnológica y desde luego imposibles sin una gran dosis de talento.”
Las tres “T” del crecimiento económico en la actualidad (Ángela Merkel, en su toma de posesión como Presidenta de turno de la Unión Europea, el 17 de enero de 2007): Los grandes avances humanos de todo tipo son ahora interdisciplinares y globales (tolerancia), inabarcables sin una buena base tecnológica y desde luego imposibles sin una gran dosis de talento.
Estas son las características fundamentales del terreno de juego (entorno) en el que cualquier organización europea, pública o privada, compite por lograr sus resultados. Estos son los atributos que según Richard Florida adornan a la nueva clase creativa, a las personas más capaces de alcanzar el éxito en las empresas que se proponen. Por ende, podemos concluir quienes estamos de acuerdo con todo lo anterior que el crecimiento económico de un país depende esencialmente ahora de su clase creativa. Pero ¿cómo combinarlos para obtener el éxito? He ahí el dilema.
a) Los directivos tecnológicos
Los equipos directivos de las organizaciones son los máximos responsables de los resultados que obtienen, positivos o negativos. Un “equipo tolerante de alto rendimiento” combina talentos diversos y, entre ellos, el tecnológico. Su peso y consideración entre los líderes es creciente, sobre esto no hay duda. Un ejemplo concreto que ilustra este desarrollo lo observamos en el rol del CISO a lo largo del tiempo.
Así lo consideró la Asociación Española para el Fomento de la Seguridad de la Información y por ello eligió el título de “La organización de la seguridad: el laberinto del CISO” para reflexionar sobre “la estructura óptima para el gobierno y gestión de la Seguridad de la Información” , en su V Jornada Internacional, ISMS Forum Spain, celebrada el pasado día 28 de mayo. Decía la nota de prensa de la convocatoria “… han transcurrido ya más de 15 años desde la primera regulación española en materia de datos automatizados (LORTAD) y lo que antes era una disciplina puramente técnica, orientada a la salvaguarda de los sistemas informáticos, se ha convertido hoy en un área estratégica del gobierno de las organizaciones. La información, el conocimiento, son hoy los activos más valiosos para empresas e instituciones, y las amenazas a su integridad evolucionan y se multiplican a un ritmo veloz. Al frente de esta nueva función se está consolidando la figura del CISO –Chief Information Security Officer-, que quiere contribuir a la consecución de los objetivos del negocio…”.
Jorge Wagensberg, un magnífico pensador español, establece en su libro titulado “Si la naturaleza es la respuesta ¿cuál era la pregunta?” una interesante reflexión (importante para la vida y que yo comparto): los grandes avances de la humanidad no se han producido realmente cuando se encontraron las respuestas, sino cuando alguien acertó a formular correctamente las preguntas. Con el tino requerido por la reflexión de Wagensberg, se preguntaba sobre el CISO la organización del ISMS Forum Spain “¿Cuáles son sus retos y prioridades? ¿Qué habilidades y formación requiere? ¿Qué equipo debe formar para asegurar el logro de la excelencia? ¿Cómo puede trasmitir y concienciar a su organización para obtener apoyo en una tarea que es responsabilidad de todos?”
b) Reflexionando entre preguntas fundamentales.
1. Lo primero que me parece importante asentar para ayudar a construir respuestas útiles, tanto para los actuales CISO y quienes aspiren a serlo, como para las organizaciones de las que forman o formarán parte y el resto de personas que compartan la dirección de dichas organizaciones con ellos, es lo siguiente:
 Confluir es más importante que diferenciarse. En efecto, el CISO es un directivo de mayor o menor nivel que forma parte del equipo directivo de una organización, junto a otros directivos, y todos ellos deben lograr los resultados de aquélla. La búsqueda de la excelencia funcional no puede ser por tanto el objetivo prioritario.
 La misión, visión, cultura, valores o entorno de cada organización determinan los retos y prioridades de sus directivos. No es útil para los CISO –no mejoraría sus resultados, al contrario, muchas veces provocaría su fracaso- determinar dichos retos y prioridades a través de un estándar. Cada equipo debe plantear sus partidos desde sus planteamientos estratégicos y DAFO, y debe medir sus resultados desde sus Cuadros de Mando. No hay atajos: la utilidad de un CISO, sus retos y prioridades, se medirán por sus resultados que siempre estarán alineados con su misión.
2. Habilidades y formación del CISO. Creo que ya toca empezar a pedir disculpas a quien me esté leyendo por los cristales rotos y, sobre todo, por los que debo seguir rompiendo todavía. Consuélense recordando el nivel de crítica y autocrítica que rodea a otros puestos directivos cuando se abordan estos temas. Pues bien, volviendo a la cuestión yo diría que la principal habilidad que debe adornar a un CISO en una organización que le está brindando la oportunidad de crecer en responsabilidad es la de desaprender. Me explico: transitar desde puestos individuales y de contenido eminentemente técnico, a otros directivos y de equipo requiere sobre todo desprogramarse de anteriores prácticas en las que uno confía porque le facilitaron el éxito en el pasado pero que le pesarán como una losa en su desarrollo futuro. Respecto a la formación idónea recomiendo acotar su búsqueda en las estanterías de las grandes habilidades directivas, liderazgo y negociación que junto a las 3 Ts forman un quinteto imbatible para llegar a ser un gran directivo. Y un consejo: no hay equipo sin líder, ni líder sin equipo, como por ejemplo nos demuestra el Fútbol Club Barcelona de Pep Guardiola.
3. El mejor equipo al que puede aspirar un CISO. Teniendo claro el rumbo (dónde vamos) y la meta (qué queremos), la construcción del equipo ideal se aclara bastante. Los problemas del equipo se concentran entonces en el líder aunque pueda parecer paradójico: ¿tendrá resueltos sus miedos a trabajar con profesionales de gran talento? ¿sabrá ofrecerles un proyecto que les motive, que les enganche, que dispare su innovación y productividad hacia el alto rendimiento? Veremos.
4. ¿Qué excelencia debe perseguir el CISO y su equipo? Decía Shakespeare que “Los barcos están más seguros en el puerto, pero no fueron construidos para eso”. Por eso mi respuesta es el valor añadido para su organización. La excelencia entonces se torna en paradigma, aliado con un camino recto que nunca deben abandonar, el de la mejora continua. Fácil de decir, complejo de hacer. Capacidad, compromiso, conocimiento del entorno, manejo de las consecuencias de la coyuntura (reciclaje, recolocación) Todo al servicio del talento entendido como aquello que cada profesional sabe, puede y quiere hacer.
5. Última gran pregunta ¿Cómo puede trasmitir y concienciar a su organización para obtener apoyo en una tarea que es responsabilidad de todos? En mi libro “El Club del Liderazgo ” me refiero a una actividad de liderazgo que denomino representar y que aplicada a nuestro caso viene a significar que el CISO debe encabezar, facilitado por el Director General, la transmisión de la importancia que para la organización tiene la gestión del conocimiento de manera segura y fiable. Su liderazgo representativo no debe suponer sin embargo un “cuello de botella” que ralentice la concienciación de la organización. Se precisa pues un plan (sencillo y concreto, que aleccione sobre las ventajas que reporta a la organización y por ende a su trabajo), con objetivos MARTE (medibles, alcanzables, retadores, temporalizados, específicos) y un responsable en el equipo de llevar a cabo dicho plan.
c) ¿Talento directivo o talento tecnológico?
Si bien se trata de una responsabilidad -como ya hemos dicho- en tránsito, podemos enumerar las competencias más críticas (cualidades de los competentes) que componen el perfil del CISO, en razón de las conclusiones extraídas por Eurotalent del estudio realizado con un grupo de actuales CISO que vienen desempeñando su puesto con éxito en diversas organizaciones:
1. Confianza en sí mismo: Una sensación muy clara de nuestro valor y de nuestras capacidades.
2. Comunicación: Escuchar abiertamente y mandar mensajes convincentes. 3. Integridad: Asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal.
4. Optimismo: Persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos.
5. Comprensión de los demás: Percibir los sentimientos y puntos de vista de los demás e interesarse activamente por sus preocupaciones.
6. Orientación de servicio al cliente: Anticiparse, reconocer y satisfacer las necesidades del cliente (aún cuando se trate de cliente interno)
7. Conciencia política (o Conocimiento Organizativo): Cobrar conciencia de las corrientes sociales y políticas subyacentes en la organización.
Actividades de Liderazgo
Descripción %
Mandar Dar las instrucciones necesarias y asegurarse de que se cumplen 34 %
Gestionar Planificar, organizar, hacer lo que yo hago 36 %
Cohesionar Promover armonía, buena sensación, sentimiento positivos 42 %
Aceptar pedir ideas, aceptar sugerencias, promover la participación, construir entre todos 50 %
Orientar Mostrar el camino, enseñar, ayudar a alcanzar lo que queremos 40 %
Entrenar Desarrollar las competencias de los miembros de tu equipo, contribuir a su evolución. 46%
Representar Ser embajador del equipo ante el resto de la empresa y el mundo, en buenos y malos momentos 38 %
Fuente: elaboración propia según los resultados del cuestionario realizado a varios CISO actuales.
En definitiva, el papel del CISO está cambiando paulatinamente, pero como decía Leonardo da Vinci “No estamos ante una época de cambios, sino ante un cambio de época”. Necesita por tanto acompasar la deconstrucción de su competencia técnica para dejar hueco a verdadero talento tecnológico directivo, capaz de fluir (desarrollarse), influir (en su equipo) y confluir (en la organización)
¿Qué ayudas externas pueden resultarle útiles para desarrollarse? En mi opinión resultaría muy útil para su correcto encaje en el equipo directivo, por un lado cotejar el encaje del perfil ideal de competencias del CISO (y sus respectivos niveles) con su organización; y por otro, determinar el perfil concreto de la persona que ocupa dicha responsabilidad. De la diferencia entre ambos perfiles resultarán los objetivos de desarrollo, y la mejor alternativa para superar los gap sería acompañarle de un buen coach profesional.
Inversión y no gasto para conseguir resultados de verdad y en tiempo adecuado ¡Ánimo CIO, de tu desarrollo y encaje depende en buena parte el éxito en la construcción de la sociedad del conocimiento que tanto necesita España!
José Antonio Sainz, Director General de Eurotalent. Publicado por ISMS, en Junio de 2009.

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