miércoles, 3 de marzo de 2010

ENTREVISTA A RAQUEL CASERO, DIRECTORA DE EUROTALENT

En su carrera profesional usted ha estado ligada a distintos ámbitos: el deporte, la empresa e incluso la Administración Pública. Por si fuera poco, también es “coach” estratégico… ¿qué conclusiones se sacan de esa mezcla?
Bueno, toda mi vida ha estado ligada al deporte y a la empresa. Pero llegó un momento en el que me di cuenta de que los sistemas de gestión, los soft ware en general, pueden llegar a ser infalibles, pero luego dependen de las personas, que desgraciadamente somos muy falibles. Asimismo, llegué a la conclusión de que si no tenemos herramientas y conceptos sofisticados para gestionarnos a nosotros mismos, fallamos y nos convertimos en seres infelices.
¿Y esas herramientas dónde se consiguen, están dentro de uno mismo?
Hay caminos, hay vías para enfocarte con una persona y mejorar, y se pueden aprender, créame. Nosotros, en nuestra tarea como coaches , acompañamos a las personas y les reforzamos los valores que tienen. Aunque hay algunas personas que no han encontrado esos valores y se van fuera a buscarlos a través de mecanismos externos. Pero no son más que sustitutivos.
Sea sincera, ¿de verdad todo el mundo tiene algo bueno en su interior? Cuesta creerlo a veces, la verdad…
Sí. Lo que pasa es que en general muchas empresas son el lugar donde relucen los demonios de las personas, así que es complicado. Pero todos tenemos una parte buena, quizá no en las mismas cantidades, claro.
Pero la figura del “coach” siempre está ligada al mundo de los directivos. ¿Cree que todos deberíamos tener uno para dar lo mejor de nosotros mismos?
Se piensa que la figura del coach es algo tan exquisito que sólo deben tener unos pocos, y es un error. Porque el capital humano en una empresa es vital, tanto el que aporta el presidente como la persona que coge el teléfono. De hecho, por la que coge el teléfono pasan al día tantas personas que es vital para reflejar la imagen de la compañía. Es rentabilidad.
Hubo un tiempo, en el que el que no decía que era “coach” es porque no quería. Incluso mucha gente del deporte se pasó a ese bando y ganó bastante dinero con ello. ¿Esa proliferación no le hizo algo de daño al sector?
Sí, con los coa c h pasó que las consultoras se apuntaron al carro. Pero bueno, al menos sirvió para que algunos entrenadores se formaran, y eso siempre está bien. Es cualquier caso, hay una diferencia: que el coach consigue siempre resultados, y el que no lo es no lo hace. Porque las personas son como el iceberg, sólo se nos ve una pequeña parte. Pero la parte más profunda, la que se oculta en el agua es la más difícil de sacar a la luz.
Desde que la selección española de baloncesto ganó en mundial de Japón, se empezó a hablar de forma intensa de los valores del deporte de la empresa. Algunos libros publicados dan fe de ello, aunque no estén escritos precisamente por expertos. ¿Usted cree que de verdad empresa y deporte tienen tantas cosas en común?
Fíjese en el lema de Eurotalent Sport: profesionalizar el deporte, deportivizar la empresa. Ambos lados se necesitan, y hay muchas necesidades que son explícitas. En el deporte hace falta más gestión en crisis. Porque en momentos de crisis es precisamente cuando hay que gestionar mejor lo que tenemos. Por otro lado, en el deporte hay muchísimo dinero pero también muchas personas, y nos necesitan. Clubes deportivos que están en quiebra, federaciones deportivas, Administraciones Públicas,…
¿Y cómo se deportiviza la empresa?
Es sencillo. La gente puede dar más de sí, siempre que no esté sometida al estrés producido por la locura de los resultados. Como escuché una vez en un seminario, nos pasamos la vida corriendo como pollos sin cabeza. Nosotros conocemos técnicas que te permiten rendir y mantener la lucidez. Es como un entrenamiento.
Quizá haya que recordarle a la gente que, como en el deporte, las cosas se consiguen a base de esfuerzo y de horas ¿no?
Los valores se mantienen. El primero es el disfrute, que es la única forma de soportar machacarse tantas horas al día. Porque no hay ningún deportista de primer nivel que no tenga una actitud proactiva. 2008 ha sido el triunfo de los valores sobre los atajos.


Publicado por Ángeles Caballero en El Economista, el 28 de Enero de 2009

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