miércoles, 3 de marzo de 2010

EL FUTURO DE LOS DEPORTISTAS

A diferencia de otros profesionales, los deportistas de elite en España dan su mejor rendimiento en la juventud y pueden tener problemas para incorporarse posteriormente al mercado de trabajo. ¿Qué aportan estos atletas a las compañías? Deberíamos diferenciar entre la aptitud (conocimientos y habilidades) y la actitud en nuestros mejores deportistas. Desde el punto de vista de sus conductas, presentan cualidades especiales como la seguridad en sí mismos, el espíritu de superación, la iniciativa o la capacidad especial de trabajar en equipo. Son competencias hoy en día especialmente valoradas por las empresas. Sin embargo, si estos deportistas no cuentan con los conocimientos adecuados, corren el peligro de no cumplir la condición necesaria (estudios+idiomas) y, por tanto, no ser admitidos en el mundo de las organizaciones.
A consecuencia de lo expuesto es importante, por una parte, que los profesionales del mundo del deporte no descuiden su formación en los años en activo de alta competición, puesto que sin la aptitud adecuada es muy probable que su empleabilidad deje que desear. Por otro lado, las empresas más avanzadas en gestión del talento saben muy bien que la actitud es la clave y, por tanto, aprecian cada vez más a personas con inteligencia emocional que permiten integrarse en ellas con garantías.
Empresa y deporte (o, al menos, los deportistas de elite y las organizaciones de alto rendimiento)
están abocadas a aprender una de la otra .
Empresa y deporte (o, al menos, los deportistas de elite y las organizaciones de alto rendimiento) están abocadas a aprender una de la otra. Las compañías necesitan el compromiso que muestran los atletas en las distintas competiciones deportivas cuando se esfuerzan al máximo para alcanzar la victoria o cuando asumen la derrota. El deporte necesita aprender de la dirección empresarial cómo gestionar profesionalmente el talento individual y colectivo, generando ambientes laborales de satisfacción, rendimiento y desarrollo.
Estamos a penas en los inicios del aprendizaje conjunto y del beneficio mutuo entre empresa y deporte, más allá del marketing de patrocinio o de utilizar a las figuras como reclamo. Y en este apartado, como en otros, nuestro país será capaz de marcar la pauta y estar a la altura de las circunstancias.
Juan Carlos Cubeiro, socio director de Eurotalent
Publicado en Infoempleo, 28-29 de junio 2008

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