lunes, 8 de marzo de 2010

ALL YOU NEED IS LOVE

“Una de las más bellas compensaciones de esta vida es que ningúnhombre puede tratar de ayudar a otro sinceramente sin ayudarse a sí mismo”.
Ralph Waldo Emerson
Se acerca el día de San Valentín. Hay opiniones divididas. Por un lado están los que piensan que es un día especial y por lo tanto, aprovechan la ocasión para decir, hacer o festejar con sus parejas (a veces desde el miedo al enfado, otras veces desde el corazón). Por otro lado, están los que atribuyen a este día adjetivos comerciales y de consumismo y por tanto, lo pasan como un día más.
Decía Sofía: “Para mí San Valentín es un día normal, no espero nada de Carlos para ese día, aunque si me regala una flor o tiene un detalle pues la verdad es que me sorprendería gratamente”
Le pregunté a Carlos: “Me repatea que por ser el día de San Valentín tenga que tener un detalle con Sofía. Un año no le regalé nada y menuda me montó. No sé que es peor, si entrar en el juego del día de los Enamorados o definitivamente hacer como si fuese un día normal”.
Imagino que muchas personas os sentiréis identificados con estas palabras. La pregunta que a mí me surgió fue la siguiente: Si Carlos tuviera alguna palabra de amor con Sofía, un detalle, un gesto, una sorpresa, una nota…. el día antes de San Valentín, ¿creéis que Sofía se sentiría molesta si él pasara el 14 de febrero como un día normal? Formulé esta pregunta a Sofía y me dijo: ojalá tuviese más detalles conmigo, si yo me conformo con cualquier cosa, lo que me fastidia es que no lo haga nunca…y la verdad es que ya que hay un día especial para esto (San Valentín) pues por lo menos que se acuerde…”
Qué fácil resultaría si Sofía le dijese a Carlos: “Para mí es muy importante recibir muestras de amor por tu parte y me encanta cuando tienes cualquier tipo de detalle conmigo. El día que me dejaste la nota en el espejo del baño me hiciste muy feliz. Qué fácil resultaría si Carlos le preguntase a Sofía: “Qué representa para ti San Valentín?,
por ejemplo. Lo mismo ocurre en el trabajo. ¿Hay que esperar a la entrevista anual de desempeño
para reconocer o valorar el trabajo de un colaborador?Nuestra vida está repleta de situaciones y momentos en los que podemos generar emociones positivas (o negativas). Nuestra vida está determinada por la calidad de nuestras relaciones. Ninguna interacción a lo largo del día resulta neutra para el ser humano. Cada interacción tiene un efecto en nosotros, positivo o negativo. Desde que nos levantamos por la mañana hasta que cerramos los ojos por la noche, hemos tenido 22.000 interacciones. Desde la mirada que nos cruzamos con el conductor del vehículo que se nos ha adelantado, hasta el tono de las palabras que utiliza la camarera que nos atiende en el restaurante, o la forma en que le digo a mi colaborador que el informe no está bien hecho. 22.000 oportunidades para generar emociones positivas o negativas. Los estudios demuestran que las emociones positivas aumentan la esperanza de vida 10 años (y el tabaco la reduce en 5 años).
22.000 oportunidades para amar. Y digo amar, porque el amor es una actitud y una elección ante la vida. La necesidad primordial del ser humano es sentirse amado. La clave está en conocer qué le hace sentirse amado, reconocido, valorado… a las personas que tienes a tu alrededor (pareja, compañeros de trabajo, jefes, amigos, familia).
El Dr. Gary Champan, analiza la importancia de conocer el lenguaje del amor que utiliza cada persona, que viene a ser la forma en que cada persona se comunica en términos del amor. De la misma forma que hemos aprendido un idioma en función del lugar donde hemos nacido, también hemos aprendido un lenguaje para expresar el amor, en función de nuestra historia personal, aprendizajes, vivencias… Él habla de cinco tipos de lenguajes:
Palabras de afirmación: se trata de elogiar, hablar, pronunciar palabras que a esa persona le lleguen al corazón “qué guapa/o estás hoy”, “me gusta cómo dejaste la casa” “el trabajo que has realizado es digno de admirar” “tu comportamiento con el cliente ha sido ejemplar” “ánimo, tú puedes”, “eres capaz”. La palabra es gratis, y su poder inmenso. Cuando recibimos palabras estimulantes, nos sentimos mucho más motivados. ¿Le has dicho algo bonito hoy a alguien?
Tiempo de calidad : se trata de otorgar un espacio para compartir con la persona. Edward Hallowell habla del Momento Humano: “Un momento humano no tiene que ser agotador o personalmente revelador... Una conversación de cinco minutos puede ser un momento humano perfectamente significativo. Para que funcione, hay que dejar de lado lo que se está haciendo, dejar el informe que se está leyendo, despegarse del ordenador, abandonar los sueños, y concentrarse en la persona que te está hablando”. Estos contactos reducen los niveles sanguíneos de las hormonas epinefrina, norepinefrina y cortisol, liberan oxitocina y vasopresina (confianza) y estimulan dos neurotransmisores importantes: la dopamina (realza la atención y el placer) y la serotonina (que reduce el miedo y la inquietud) (Edward Hallowell, The Human Moment at work, HBR, enero-febrero 1999). ¿Has tenido un momento humano hoy?
Recibir regalos: tener detalles con la persona. Para muchos seres humanos la emoción de sorpresa es significativa y contribuyen enormemente a hacer crecer la relación. Los regalos no son sinónimo de gasto económico. Un regalo puede ser una nota escrita. Y más aún, a veces el mejor regalo es la presencia física. ¿Has regalado hoy? (un regalo también puede ser contestar un mail a alguien que te está esperando desde hace tiempo).Actos de servicio: ofrecerse a ayudar. “La petición da dirección al amor pero las demandas detienen el flujo del amor”. ¿Te has ofrecido a ayudar a alguien hoy?
Contacto físico: todos los seres humanos necesitamos contacto físico para vivir porque somos animales de sangre caliente. El cuerpo está para tocarlo y experimentar a través de él. Abrazar es gratis, y su efecto enormemente beneficioso para la salud.
¿Has abrazado hoy?
A mí me gustaría añadir un lenguaje más. Un lenguaje que englobaría a todos los anteriores. Un lugar desde el que saldría cualquier abrazo, gesto, palabra, regalo, servicio… Ese lugar desde el que todo lo que sale, está bien. El lenguaje del corazón. Este es común a todos los seres humanos.
¿Cómo podemos mejorar nuestras relaciones? Según John Gottman existe una proporción “mágica” de 5 a 1 para equilibrar las interacciones positivas y negativas en la pareja. Una pareja tiene más probabilidades de tener éxito si los contactos entre ellos se acercan a esa proporción. Es decir, por cada interacción negativa que hayas generado, has de ingeniártelas para generarle cinco interacciones positivas (en tiempo y forma y sin olvidar cuál es su lenguaje del amor). En los equipos de trabajo, la proporción es de 3 a 1. Por cada interacción negativa, 3 positivas. En esta proporción el rendimiento y la productividad empiezan a mejorar notablemente.
A veces las cosas más fáciles son las que más nos cuestan. ¿Por qué?
“Se amable, porque todas las personas a las que te encuentras están librando una gran batalla”
Filón de Alejandría
Eva Aguilera, Gerente de Eurotalent

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