viernes, 26 de febrero de 2010

¿QUIÉN ENTRENA AL ENTRENADOR?

Ni el peor agorero podría imaginar que José Antonio Camacho, ex seleccionador nacional, madridista por excelencia, dimitiría como entrenador del equipo más laureado a la tercera
jornada de liga. Definido por quienes mejor le conocen como “un hombre bueno”, ha sentido que el equipo es incapaz de trasladar sus ideas y su concepto del fútbol al terreno de juego. Ya es tarde para analizar por qué ha fracasado el racial técnico de Cieza; sin embargo, esta crisis
puede aportar ciertas enseñanzas a su sucesor, Mariano García Remón, en tiempos portero mítico y hoy única esperanza de la familia blanca. Si el nuevo entrenador me invitara a colaborar en su propio proceso de “coaching”, le sugeriría lo siguiente:
1. Ante todo, calma: Los directivos (y los entrenadores deportivos) suelen confundir la pasión, la vehemencia, el entusiasmo con la falta de autocontrol. Sabido es que el
mundo del fútbol arrastra comportamientos poco racionales, que la presión es enorme y que los medios de comunicación empujan cada día, pero las mejores decisiones no se toman “en caliente”, sino con el ánimo bien temperado. Posiblemente, ni el equipo
es el mejor de la historia (como se ha llegado a decir, preso de la euforia) ni merece ser vapuleado por el Bayer Leverkusen y el Español en la misma semana. El entrenador (y el directivo) han de transmitir serenidad y confianza, no ser la correa del transmisión de
furias desatadas. 2. No hay equipo sin líder: Ni que decir tiene que las competiciones de muchos partidos
las ganan los conjuntos bien equilibrados, no las estrellas individuales. Sabemos bien que no hay líder sin equipo ni equipo sin líder. ¿Qué queda de los grandes capitanes
del Real Madrid? Sorprende que una plantilla con los capitanes de las selecciones francesa, inglesa, portuguesa y española, además de dos de los jugadores más carismáticos de la brasileña, no cuente con un líder natural. García Remón ha de
encontrar un líder que no escurra el bulto, que sirva de ejemplo, que refuerce y corrija a los demás. Un líder reconocido como tal por sus compañeros.


Sabemos bien que no hay líder sin equipo ni equipo sin líder.
3. Motivación y compensación: ¿Por qué las estrellas del Madrid, jóvenes multimillonarios que lo han ganado casi todo, han de contar con la motivación necesaria para jugar entre 50 y 75 partidos al año? El entrenador ha de dedicar tiempo y esfuerzo a hablar
con sus jugadores, a encontrar qué les compensa, a detectar sus fuentes de ilusión. El talento es capacidad por compromiso. Este equipo está muy necesitado de compromiso individual y colectivo, y demonizar a los galácticos no sirve de nada.
4. El éxito de la estrategia está en la ejecución: Menos del diez por ciento de las estrategias bien diseñadas son implantadas con eficacia. La pizarra lo aguanta todo,
pero el diseño táctico ha de ocurrir en la realidad. Es labor del entrenador pensar estratégicamente y dedicar mucho esfuerzo a que el esquema (la compenetración
entre media y delantera, la solidez de la defensa, la contención en el medio campo) funcione como se espera. Mariano García Remón tiene la oportunidad histórica de conseguir que este equipo, como el ave Fénix, resurja de sus cenizas. Para ello ha de dedicar tiempo y esfuerzo al diálogo y la comprensión sin caer en el paternalismo, a la valoración del talento sin convertirse en un tribunal inquisitorial y al
liderazgo en el banquillo y en el campo sin dejarse cegar por las ruedas de prensa y los dramatismos apocalípticos. Queda mucha temporada por delante; el nuevo entrenador lo puede hacer muy bien si se gobierna a sí mismo y a los demás con la cabeza fría y el corazón en su sitio.
Eso es lo que le recomendaría su “coach”
Juan Carlos Cubeiro, director de eurotalent Publicado en Expansión & Empleo el 21 de septiembre de 2004

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